Conóceme

¿Quién soy?

Mi historia

Podría decirte que desde pequeña soñaba con el mundo inmobiliario, que jugaba a vender casas con mis muñecas y que mi destino estaba escrito en los planos de algún arquitecto visionario. Pero la realidad es que, de niña, quería ser astronauta, veterinaria y, en un punto, panadera, porque los croissants me parecían la mejor invención de la humanidad (lo sigo creyendo).

Lo que sí es cierto es que siempre he tenido una conexión especial con los espacios. No sé si es porque me encanta imaginar cómo una casa vacía puede transformarse en un hogar o porque me obsesiona reorganizar los muebles hasta que todo fluya bien (sí, soy de esas personas que mueven el sofá tres veces hasta encontrar «el sitio perfecto»).

En mi camino, pasé por distintas experiencias hasta que descubrí que lo mío era ayudar a las personas a encontrar ese lugar donde van a vivir momentos únicos. Ese rincón donde colocarán su primer cuadro torcido, donde se tomarán su café favorito cada mañana y donde discutirán si el WiFi llega mejor en la sala o en la habitación.

Así que aquí estoy: combinando mi amor por los espacios, mi pasión por ayudar a los demás y mi habilidad para encontrar soluciones incluso en los procesos más complicados.

¿POR QUÉ ME DEDICO A ESTO?

No vendo casas, ayudo a encontrar hogares

Mi primer contacto con el mundo inmobiliario fue en una gran franquicia, donde aprendí muchísimo sobre el mercado, las necesidades de los clientes y lo importante que es un buen asesoramiento. También aprendí lo que NO quería: tratar a las personas como simples números, hacer las cosas con prisas, sin prestar atención a lo que realmente importa y sin poder adaptarme a las necesidades particulares de cada cliente.

Porque comprar o vender una casa no es como comprar un par de zapatillas online (ojalá fuera tan fácil). Es una decisión importante, llena de emociones, expectativas y, en algunos casos, algo de estrés. Lo sé, encontrar el lugar perfecto o cerrar una venta puede ser más intenso que una serie de misterio con final inesperado.

Por eso, decidí crear Naila Letto Real Estate, un proyecto que refleja mi manera de ver este trabajo: con cercanía, transparencia y un toque de calma en medio del caos. No quiero que mis clientes sientan que están solos en este proceso. Quiero que sepan que cuentan con alguien que los escucha, los guía y les da la tranquilidad de que todo va a salir bien.

Así que, si buscas alguien que te ayude a vender sin dramas o a encontrar un hogar sin prisas ni presiones innecesarias, aquí me tienes. Prometo que, al menos, haremos el camino más fácil y, si se puede, hasta divertido.

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